Ejercicios para reconectar contigo desde hoy
A veces, entre tantas prisas y exigencias, nos olvidamos de lo más importante: de nosotras mismas.
En esta sección te invito a regalarte un momento, a detenerte, respirar y volver a ti. No necesitas horas ni rituales complicados.
Estos pequeños ejercicios son semillas. Si los siembras con cariño, poco a poco te ayudarán a reconectar con tu luz, tu calma y tu verdad.
1. Ejercicio de respiración consciente
Instrucciones:
Siéntate cómodamente en un lugar tranquilo.
Cierra los ojos y lleva tu atención a tu respiración.
Inhala profundamente por la nariz, sintiendo cómo el aire llena tus pulmones.
Exhala lentamente por la boca, liberando cualquier tensión.
Repite este ciclo durante 5 minutos, concentrándote solo en tu respiración (puedes poner un cronometro y así no te preocupas del tiempo).
Beneficio:
Este ejercicio te ayuda a relajarte y a traer tu atención al momento presente, desconectándote del estrés y la ansiedad. La respiración consciente te reconecta con tu cuerpo y te permite estar más en sintonía con tus emociones.
2. Ejercicio de gratitud
Instrucciones:
Antes de levantarte de la cama y empezar el día, cierra los ojos unos segundos.
Piensa, en voz bajita o en tu mente, en tres cosas por las que hoy te sientas agradecida.
No hace falta que sea algo grande; a veces, como un buen café por la mañana, un gesto amable de alguien, a personas de tu entorno, actividades que hagas, gratitud a tu cuerpo, a la tierra, al sol, a la naturaleza.
Deja que esa sensación de gratitud te acompañe todo el día, como una luz suave dentro de ti.
Beneficio:
Empezar el día agradeciendo te conecta con lo bueno que ya tienes y te ayuda a vivir desde la calma y la alegría. Es un regalo sencillo que transforma tu energía desde el primer momento.
3. Ejercicio de autocompasión: abrazo a ti misma
Instrucciones:
Siéntate en un lugar tranquilo.
Cierra los ojos y coloca tus manos sobre tu corazón.
Respira profundamente y repite suavemente frases como: "Estoy aquí para mí, me acepto tal y como soy".
Si te apetece, abrázate a ti misma y siente como te envuelves de calidez y amor.
Beneficio:
Este ejercicio fomenta el auto-cuidado y la autocompasión. Ayuda a calmar la mente y a reconectar con el amor propio, especialmente en momentos en los que te sientes desconectada o agotada emocionalmente.
4. Ejercicio de reconexión emocional: lo que llevo dentro
Instrucciones:
Antes de terminar el día, regálate unos minutos para estar contigo.
Busca un rincón tranquilo, abre una libreta o si tienes un diario personal, puedes hacerlo en él. Deja que las palabras salgan sin forzarlas, sin juzgarte.
Solo escribe lo que sientas, como si estuvieras contándoselo a una amiga.
Si te ayuda, aquí tienes algunas preguntas como ejemplo:
¿Cómo me he sentido hoy?
¿Qué emociones han pasado por mí? ¿Cómo he actuado?
¿Qué me gustaría hacer diferente mañana?
Beneficio:
Escribir es sentirte. Es descubrir el mensaje de tus emociones y acercarte, poco a poco, a ti.


5. Ejercicio de presencia: conexión con la naturaleza
Instrucciones:
Dedica al menos 10 minutos al día a salir y moverte en un entorno natural.
Da un paseo entre árboles, por un parque, junto al mar o en un rincón verde que tengas cerca.Mientras caminas, permítete sentir: toca un árbol, respira el aire, escucha el viento.
No hay nada que hacer, solo estar.
Beneficio:
Conectar con la naturaleza te recuerda lo simple, lo esencial.
Este pequeño paseo consciente te ayuda a soltar tensiones y a reconectar con tu energía.
6. Afirmaciones emocionales: tu refugio
Instrucciones:
Durante el día, cuando notes que una emoción te pesa, haz una pausa pequeñita.
Respira profundo, lleva una mano a tu corazón y regálate una frase que te acompañe.
Puedes susurrarla, pensarla o escribirla si te nace.No tienes que cambiar lo que sientes, solo estar contigo de forma más amorosa.
Elige la afirmación que más resuene contigo en ese momento:
Está bien no estar bien todo el tiempo.
Hoy me abrazo en lugar de exigirme.
Confío en que lo que siento también tiene su lugar.
Merezco escucharme con cariño.
Me permito descansar sin culpa.
Me permito sentir sin tener todas las respuestas.
Hoy elijo ser amable conmigo.
Aunque hoy no vea el camino, sigo caminando a mi ritmo.
Mi valor no depende de lo que haga, sino de quien soy.
Cada emoción que siento me habla con amor.
Soy suficiente tal como soy.
Hoy es un buen día para empezar de nuevo.
Me abrazo en medio de mis imperfecciones.
Mi luz no se apaga, incluso en los días nublados.
Estoy aprendiendo a quererme en cada paso.
Beneficio:
Este pequeño gesto de autocuidado te ayuda a no pelearte con tus emociones, sino a caminar junto a ellas, con amor y sin exigencias.
Cuando te sostienes desde dentro, todo empieza a sentirse un poquito más ligero.
7. Mini ejercicio de liberación: suelta y respira
Instrucciones:
Cierra los ojos un momento.
Imagina que todo lo que hoy te pesa lo sostienes en tus manos.
Haz una respiración profunda…Inhala por tu nariz y exhala por tu boca. Y mientras exhalas, suelta esas cargas como si soltaras una piedra pesada.
Siente el alivio en tu cuerpo.
Beneficio:
Cada vez que sueltas, abres espacio dentro de ti para sentirte más ligera, más en calma y más tú. Dejar ir lo que ya no necesitas te permite hacer sitio a lo que sí.
Recuerda, no se trata de hacer todo perfecto, sino de tomarte un momento para ti.
La reconexión empieza con pequeños gestos de amor propio. Y tú, mereces cada uno de ellos.